24 de septiembre de 2010

Ensaladera revuelta

Después de la eliminación en la Davis pensé ¿que escribir?, o ¿mejor no escribir? La verdad no tenia ganas, por lo que deje que pase un tiempo para analizarlo más fríamente. 


Argentina no se enfrentó con un equipo, sino que se enfrentó con una Nación. Según la RAE (Real academia española) Nación significa "conjunto de personas de un mismo origen y que generalmente hablan un mismo idioma y tienen una tradición común."  ¿Cumplirá el equipo francés con esta definición? La verdad que no. Si bien Jo-Wilfried Tsonga, Gilles Simon, Llodra, Monfils, por nombrar parte del equipo, hablan francés y nacieron en Francia, sus orígenes no son los mismos. Tsonga tiene un padre congolés; Monfils se crió en las afueras de París, su padre jugó al fútbol en la Isla Guadalupe y su madre nació en lsla Martinica; Simon, de clase media francesa, Gasquet, hijo de propietarios de un Club de Tenis en Serignan, Clement de la campiña provenzal. Sus orígenes son diferentes pero todos se sienten hermanados bajo una misma bandera, no representan un equipo de cuatro jugadores en un fin de semana del año, sino que sienten  esos tres días como la posibilidad de devolver todo lo que su país les dio. ¿Importa si juega uno u el otro? Claro que si, por que nadie se quiere quedar afuera, pero si hay que tirar para el mismo lado se tira. Capaz a los argentinos nos sea difícil muchas veces sentarnos el el último lugar de la mesa. Nos resultó extraño ver a Tsonga, quien ni siquiera formaba parte de los cuatro, llevar el bolso a sus compañeros en el partido de dobles, a un Julien Benneteau también lesionado apoyando desde un primer dÍa; a Gasquet que, apesar de ser criticado muchas veces como el "nenito de papá", fue el quinto jugador, separado el día jueves, e igualmente estuvo sentado al lado de Guy Forget los tres días.

Con esto no quiero decir que el equipo Argentino carezca de pertenencia o que no se jueguen el todo por el todo representando al país. Sabemos que David se muere por traer por primera vez a la Argentina la ensaladera. Mónaco siempre que se lo llamó estuvo presente, como aquella serie cuando era todavía un chico en Bielorusia; Mayer, Zeballos y Schwank están haciendo sus primeras armas y son la nueva mini-legión. Pero como comprendemos que Nalbandian un jueves diga que no le molesta jugar con Monfils el primer día, para luego declarar: "Con Llodra hubiera sido más fácil, pero el capitán no se animó a hacer los cambios para que así sea". David  tiró la bomba antes de que finalice la serie, ¿jugo en contra? Puede que si, puede que no. La Argentina mas allá de todo no estuvo tenísticamente arriba de Francia; Monfils fue mas que David, Llodra que Mónaco y la pareja de dobles no puedo hacer nada contra dos grandes doblistas que tienen Wimbledon, Australia sobre sus espaldas. 

Entonces el factor es ¿la unión?, ¿son los jugadores?, ¿los días? A partir del 2002 tuvimos grandes participaciones semifinales en Moscú ese año (comienzo del idilio de David-Davis), final en dicho país en el 2006; la gran oportunidad de Mar del Plata 2008. Durante estos 8 años tuvimos a Cañas, Coria, Puerta, Gaudio, Zabaleta, Chela, Acassuso, Calleri,Nalbandian, Arnold, entre otros. Pero nunca logramos un equipo, peleas Gaudio-Coria; Del Potro-Nalbandian; carta a capitanes, disputas políticas por sedes. Es decir un camino bien argentino.

Esperemos que Rumania 2011 sea el comienzo de un cambio. David necesita de Delpo y viceversa, apoyados en los nuevos chicos, y en la experiencia del flaco Chela. Ante los rumanos nos enfrentamos hace 20 año en un dobles en el cual Clerc y Vilas no se hablaron durante el partido y se sentaron en bancos diferentes. La historia no se repetirá, pero queda la esperanza de que Tito, Davis y Delpo dejen diferencias de lado y  mostremos al mundo que podemos ser mas que un equipo.

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